Depresión
Vivir una vez un mal día, sentirse deprimido o sufrir durante un cierto período de tiempo de un "mal humor", quien de nosotros nunca lo ha vivido, Sin embargo, la depresión es diferente de los estados de ánimo depresivos conocidos mencionados anteriormente. Esta diferencia se manifiesta claramente en síntomas mucho más graves. Muchas personas con depresión describen que ya no sienten alegría en absoluto, que están sobrecargadas de emociones negativas y sienten un vacío interior. La depresión a menudo va acompañada de pensamientos repetidos sobre el tema de la muerte o el suicidio.
Si un individuo pasa por la siguiente afección durante un período de al menos dos semanas, esto puede ser evidencia de depresión:
Sentirse deprimido, desesperado o tener un estado de ánimo sombrío Pérdida de interés en cosas que antes traían alegría Disminución de la actividad, aumento de la sensación de fatiga
También pueden aparecer otros síntomas, como trastornos de concentración y atención, falta de confianza en sí mismo, culpa o pérdida de valor, pérdida de esperanza, trastornos del sueño o pérdida de apetito. Muchas personas con depresión también experimentan varios síntomas físicos, como dolores de cabeza, problemas digestivos o problemas sexuales.
¿Qué tan común es la depresión?
Entre 16 y 20 personas de cada 100 experimentarán depresión durante su vida, con el doble de mujeres que de hombres. Las personas con enfermedades físicas crónicas (como cáncer, enfermedades cardíacas o diabetes) también corren el riesgo de desarrollar depresión. El trastorno depresivo puede ocurrir a cualquier edad y, a menudo, se asocia con otra enfermedad mental, como un trastorno de ansiedad. Sin embargo, se debe consultar a un médico o psicoterapeuta acerca de los síntomas. Hay muchos tipos y desarrollos diferentes de la enfermedad.
El trastorno depresivo a menudo se desarrolla en fases durante semanas y, a veces, meses. Las personas afectadas a menudo experimentan más de un episodio depresivo durante el curso de la enfermedad. En general, hay tres niveles de gravedad de la depresión:
un poco deprimido
Las personas con esta condición pueden, después de un gran esfuerzo, realizar actividades diarias (por ejemplo, trabajo, valores con pasatiempos en su tiempo libre, tareas domésticas).
Depresión moderada
En este caso, una persona enfrenta severas limitaciones en el desempeño de su función. Además, su deseo de comunicarse está disminuyendo. Depresión severa
En esta condición, a menudo se pierde la capacidad para trabajar, hacer tareas domésticas o participar en actividades de ocio.
La calificación de gravedad está relacionada con la cantidad de síntomas o signos de enfermedad que tiene un paciente. La clasificación de depresión leve exige que el número de signos de enfermedad actuales sea de al menos cuatro de cada diez, mientras que la de depresión mayor se caracteriza por la presencia de al menos siete de cada diez signos de enfermedad.
Los síntomas de la depresión crónica persisten durante más de dos años.
¿Cómo surge la depresión?
Factores biológicos, cambios metabólicos en el cerebro, antecedentes familiares, padres deprimidos, así como exposición previa a experiencias vitales estresantes en torno a aspectos psicológicos, separación de una pareja, muerte de un amante. Estos factores conducen a un mayor o menor riesgo de desarrollar depresión. Si una persona experimenta simultáneamente estrés psicológico o circunstancias de vida difíciles (por ejemplo, pérdida de trabajo, enfermedad grave), esto puede conducir a la depresión.
Es importante saber que nadie es “responsable” de la depresión, porque la enfermedad puede afectar a cualquiera. Los ejemplos anteriores (como las circunstancias biológicas o familiares) pueden hacer que una persona sea más susceptible a la depresión. Por lo tanto, en el caso de un trauma, muchas veces no es posible determinar la causa de la lesión o entender por qué ocurrió en cualquier momento. Sin embargo, obtener el apoyo de otros (p. ej., en psicoterapia) puede ayudar a comprender estas causas o modificar ciertas áreas de la vida privada del paciente que contribuyen o perpetúan el trastorno.
¿Cómo tratamos la depresión?
Si tiene un trastorno depresivo leve, puede recuperarse incluso sin un tratamiento especial. No obstante, es recomendable consultar a un médico o psicólogo que pueda ayudarte en esta etapa. Primero deben trabajar juntos para monitorear cómo cambian sus síntomas. Antes de iniciar la psicoterapia o la medicación, si los síntomas no mejoran después de dos semanas o si empeoran, puede ser útil tener conversaciones de apoyo, buscar asesoramiento general, recopilar información específica de la enfermedad o autodirección y métodos de resolución de problemas.
En el caso de un trastorno depresivo leve, un médico o psicoterapeuta debe proporcionar psicoterapia o terapia antidepresivo.
En el caso del trastorno depresivo agudo y crónico (de larga duración), se recomienda al paciente someterse a un tratamiento complejo de psicoterapia y antidepresivos. Si sus síntomas no mejoran o incluso empeoran, especialmente cuando se acompañan de pensamientos suicidas graves, busque atención médica.
En particular, las personas con depresión suelen tener dificultades para superar los obstáculos y ver a un médico o terapeuta. Los pensamientos a menudo también son negativos, ya que puede sentirse desesperado y sin esperanza de que ella mejore. Encontrar un médico o un terapeuta, que a menudo no es fácil, puede ser el primer obstáculo que enfrente. A veces puede ser útil establecer metas muy pequeñas, como anotar el número de teléfono de su médico o pedir ayuda a un familiar o amigo.
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